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jueves, 22 de marzo de 2018

Ramón & Cajal

Buenas a todos!!!

La primavera trompetera ya llegó, así que damos paso a los más precoces del jardín.

Os pongo al día con una breve introducción puesto que no dispongo de fotos antiguas.

Estos dos pequeños olmos, proceden de unas sámaras recogidas allá por 2012,  en una comuna de arbustos que decoraban las jardineras de una conocida franquicia de hostelería.

Ya sabéis que por esos años, sufría unas fuertes patologías donde solo me quedaba que germinar pedruscos jajaja.

Sobra adornar mi acierto, puesto que en esos años los bonsais y yo eramos como primos de Alcalá.

Los plantoncillos crecen desde la fecha en un envase de galletitas saladas, sobre un sustrato que tenía bastante que desear y sin ningún tipo de trabajo para su formación. 

Crecen y engordan mostrando gratitud a su rescate hasta que en la primavera de 2014 corto sus largos ápices de sacrificio, trabajo las raíces y trasplanto a colador con un sustrato inmejorable. Aprovecho para lucir el bonito tachiagari típico de los arboles con origen de semilla y repasar-sellar el fuerte corte para asegurar una completa cicatrización (a día de hoy ya casi lo consigue).

En ese año, tras bautizarles como Ramón y Cajal, pasan a formar parte de mis estanterías de shohin. Agua y abono hasta el deleite con su abundante brotación.

En la primavera de 2015 así de chulos estaban los hermanos.


Ramón y Cajal. Mayo 2015

Si os fijáis bien, se pueden ver los fuertes cortes del ápice de sacrificio y la selección de ramas realizada el invierno anterior.

Su aspecto no era muy bello, pero os aseguro que disfrutareis con la celeridad de su evolución.

Durante ese año, a vigorizar hasta la próxima selección de ramas y alambrado.

Ramón y Cajal antes de los trabajos. Otoño 2015.



Tas la selección de ramas y alambrado. Invierno 2015.

Como en la vida misma, siempre un hermano es mas guapo que el otro, lo siento mucho hermano pero.... me ha "tocao". 

Con Ramón, la distribución caprichosa de sus ramas me obligaba a variar el frente designado en su día, su aspecto respecto a Cajal era más desordenado, por lo que requería algo más de atención en el futuro.

Con la llegada de la primavera, ambos despiertan con muchas ganas.


Cajal. Primavera 2016.


Vuelvo a vigorizar y dejar ramas de sacrificio durante el año.


Verano 2016. 

Lamentablemente, en este periodo no realizo fotos a Ramón, todo un error por mi parte...


Tras la caída de hoja, nueva selección de ramas y comienzo del afinado de la brotación. Por desgracia no encuentro las fotos de este momento, perdonar mi desastre....

En el 2017 su aspecto ya ha mejorado mucho, aunque las ramas de sacrificio afean un poco sus siluetas.

Ramón y Cajal. Verano 2017.

Como podéis observar, el frente de Ramón sigue siendo incorrecto, su solución vendrá con el trasplante del año siguiente.

Antes de despedirme quiero incidir en alguna cosa:

Pese a ser plantones de semilla, con misma edad, trabajos parejos y misma insolación - exposición, observar la diferencia que supone el cultivo en colador frente a maceta.

Cajal desarrolla ramificación más compacta respecto a Ramón. En lo referente al grosor del tronco, son muy similares. El tamaño de hoja es algo mayor en Cajal.

Con estas observaciones, saco una conclusión... al menos aplicable al caso de estos dos hermanos.

Si los principales condicionantes del cultivo (sustrato, agua, abono, exposición) se cuidan al detalle, las supuestas ventajas que otorga el colador en el engrose de plantones quedan un poco desmitificadas, incluso podría convertirse en un inconveniente en zonas con veranos muy secos y calurosos por la rápida desecación del sustrato. Para nada pretendo echar por tierra estos recipientes de cultivo, puesto que yo mismo soy militante de su uso y de echo los utilizo, simplemente comentarlo como una observación curiosa durante el cultivo en casi tres años de dos ejemplares muy similares.

Hasta la próxima actualización amigos!!!

Un abrazo.

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