Hola de nuevo compañeros!!
En esta ocasión, el protagonista de hoy es un pequeño romero cuyas andanzas merecen darse a conocer.
Su historia comienza allá por 2015, en una zona ajardinada que corona la fachada de mi casa. En la misma, unas borduras de romeros que separan la acera conducen hasta la puerta de mi hogar.
Puestos en situación comienza el relato....
Disponiéndome camino hacia la puerta del porche, una tarde cualquiera, observo algunas puntas cortadas de dichos romeros, unos ángulos artificiales que del todo alejaban la naturalidad de la bordura que preside mi entrada, sin duda alguna, mi padre había reconstruido esa mañana la forma escalonada que siempre a caracterizado a esos ejemplares.
Recojo algunos restos del corte, sin ninguna premeditación en su futuro y les ubico en la "incubadora" (por si no lo sabéis, así bauticé a la estantería más protegida del invernadero, donde saco adelante los esquejes).
Esquejes. 2015. |
Durante el resto del año, solo regar...
Por desgracia, tras un verano excesivamente caluroso, solo sobrevive el esqueje de la derecha, aunque su destino sigue siendo incierto.
Llega 2016, con una anticipada y explosiva primavera, los trasplante van a contrarreloj y aprovecho el mismo para colocar un alambre y doblegar al pequeñín con unas ligeras curvas, puesto que el escaso anclaje que ofrecen sus raíces me imposibilitaría hacerlo de otra manera.
Procuro su anclaje temporal con unos alambres galvanizados un poco desordenados....
En este momento, su belleza carece de representación, pero os aseguro que los cambios en adelante son dignos de admirar.
Mayo 2016. |
Por el momento lo dejo a sus anchas, hasta que en el periodo otoñal decido eliminar la parte alta por el exceso de vigor que había alcanzado respecto al resto del plantón.
Mi intención era sacar un mame con encanto, así que sin demora, corto y reestructuro.
Septiembre 2016. |
Una potente "ichi" le daría personalidad, ajusto el corte con intención de ramificar.
Para la primavera siguiente, ya mostraba síntomas de recuperación, no obstante, mi deseada rama principal no seguía el mismo camino....
Abril 2017. |
Estaba claro que algo pasaba, no venía solución al problema en mi cabeza...la retirada de savia pondría en jaque a mi diseño inicial y seguir pinzando por arriba podría debilitar en exceso. Solo queda esperar...
Mi temor se corrobora, la rama retira savia y acaba secando para dejar paso a un futuro jin.
La solución estaba por llegar, barajo un exceso de humedad en el sustrato como causante del problema:
- Los restos de abono restaban permeabilidad al sustrato.
- Asiduos riegos veraniegos por el excesivo calor.
- Especie de carácter xerófilo.
Para poner remedio, no tengo más opción que recurrir a un trasplante fuera de fecha en un recipiente agujereado.
El ejemplar responde a las mil maravillas como se suele decir. No puede negar que prefiere pasar sed.
Septiembre 2017. |
Mi intención es cambiarle los zapatos dentro de poco. Ya conocidas sus dolencias, optaré por grava volcánica como sustrato principal con algo de kiryuzuna, restándole así capacidad de retención de agua y haciéndolo pasar un pelín de sed.
Por el momento, su formación se sustenta con pinzados. El jin y la corteza craquelada que ha desarrollado le dan un toque de madurez típico de la especie.
Y así de bien y saludable posa para nosotros el pequeñín con sus escasos 7 cm.
Enero 2018. |
Hasta la próxima compañeros!!
Un abrazo!!
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