Llega la época de trasplantes y la falta de tiempo solo me permite actuar sobre los más mimados de la colección.
Para comenzar, mi querido tanuki. Se merece una maceta acorde con su estilo y tenía reservada una para él que viene de perlas.
Este otoño prescindí de pinzarlo, tenía decidido que lo iba a trasplantar y así cogía algo más de fuerza.
Febrero 2019. Antes del trasplante. |
La calidad de sus raíces manifestaban su vigor.
Podo cruzadas y gruesas, además de recortar el cepellón.
Cepellón trabajado. |
Post-trasplante. Febrero 2019. |
Una vez pase el post-operatorio y brote bien, un pinzado compactará las masas de verde, por el momento a superar el trago semiprotegido de inclemencias.
La maceta es un poco más profunda de lo ideal, pero el cultivo será más cómodo, facilitando a su vez su formación.
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